La gravilla es un material ampliamente utilizado en la construcción, jardinería y decoración. Existen dos tipos principales de gravilla: la fina y la gruesa. Comprender las diferencias entre ambas puede ser crucial al momento de seleccionar el tipo adecuado para tu proyecto. A continuación, exploraremos a profundidad las características distintivas de la gravilla fina y gruesa, sus usos comunes y cómo elegir la opción más adecuada para tus necesidades.
Características de la gravilla fina y gruesa
La gravilla fina se caracteriza por tener piedras de tamaño reducido, generalmente inferiores a 5 mm de diámetro. Este tipo de gravilla es ideal para proyectos donde se requiere un acabado más compacto y uniforme, como la creación de senderos peatonales o la decoración de macetas. Su tamaño pequeño facilita su colocación en áreas detalladas y su compactación, lo que la convierte en una opción popular para proyectos de paisajismo que necesitan un acabado delicado y cuidado.